San Alfonso María Fusco, fundador de la Congregación de Hermanas de San Juan Bautista, nació en Angri, Italia, el 23 de marzo de 1839 y murió el 6 de febrero de 1906.

Su vida fue una respuesta continua al proyecto que Dios tenía sobre él y la sociedad en que vivió.

A imitación de Jesús de Nazaret ofreció a la juventud, especialmente a la más necesitada, la posibilidad de insertarse en la sociedad mediante una adecuada formación moral, intelectual y profesional.

Las Religiosas Bautistinas, fundadas por él en el año 1878, están llamadas a revelar y testimoniar en el mundo a Jesús de Nazaret, fundamentando nuestra vida en oración y el testimonio de vida: con la finalidad de seguir proyectando la espiritualidad y el carisma de educar, evangelizar y promover, según las exigencias del mundo contemporáneo, a los niños y jóvenes, especialmente los más pobres, necesitados y en situación de riesgo social.

En la actualidad se encuentran establecidas en Italia, Chile, Zambia, Brasil, Madagascar, Moldavia, México, Filipinas, India, Polonia, EE.UU., Corea, Canadá, Malawi y Sudáfrica. Además de haber extendido su obra en Argentina por varios años.

Fue beatificado en Roma el 7 de octubre de 2001 por el Papa Juan Pablo II.

Fue proclamado Santo el 16 de octubre de 2016 por el Papa Francisco